Tappeti Kitchen & SPA

Tapetes de cocina: Cuando un accesorio es esencial

Si nos tomamos un momento para reflexionar, todos los cuartos de la casa pueden acomodar una alfombra, incluida la cocina. Ya sea puramente decorativa o estrictamente funcional, la alfombra de cocina es un accesorio indispensable. Típicamente, desde un punto de vista cronológico, la elección de la alfombra se realiza después de la compra de todos los muebles y accesorios. De hecho, es recomendable elegir primero el estilo y los colores, y luego seleccionar cortinas y alfombras de cocina. Las características esenciales que debemos considerar antes de comprar una alfombra de cocina son la durabilidad, la facilidad de limpieza y la simplicidad de lavado. Esto se debe a que la cocina es quizás el espacio más visitado a lo largo del día, por lo que los numerosos pasos deben ser recibidos con una alfombra resistente y amortiguadora.

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Las alfombras de cocina están hechas de algodón u otros materiales fáciles de mantener, lo que las hace aptas para lavadoras, posiblemente tejidas a mano. No solo algodón: existen muchas fibras naturales como el yute, el bambú o el sisal, una fibra derivada de la planta de agave mexicana. Son muy fáciles de lavar con agua y jabón, y también son duraderas y resistentes. Las alfombras de cocina hechas de polipropileno y poliéster también son recomendables para áreas muy transitadas como la cocina, ya que el tráfico continuo, el roce y el doblado no afectan en absoluto a su apariencia.

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