Lun.-Vei. 09:00-13:00 / 15:30-19:30
Sáb. 09:00-13:00
Las saunas infrarrojas son pequeñas joyas dedicadas a nuestro bienestar psicofísico. La sauna tradicional, como la finlandesa, es muy apreciada, pero hay una parte de la población que no puede soportar el calor excesivo y la liberación de humedad, lo que puede causar fuertes caídas de presión. Además, la sauna clásica incluye una ducha fría después de la sesión, un aspecto adicional que no todos aprecian. La sauna infrarroja, por otro lado, difiere de la finlandesa en que se caracteriza por un calor totalmente seco, que brinda bienestar a todo el cuerpo, generado por los rayos infrarrojos; estos, similares a cuando estamos tumbados al sol, calientan nuestro cuerpo sin hacer lo mismo con el aire que respiramos. Las saunas infrarrojas se pueden instalar tanto en interiores como si no tiene el espacio adecuado, también puede colocarlas afuera.
Las saunas infrarrojas suelen ser capaces de alojar a más de una persona. Nuestros modelos están diseñados para acomodar hasta un máximo de cuatro personas. En cuanto a la forma, estas saunas pueden ser saunas esquina rectangulares o infrarrojas. Si los primeros son prácticos porque ocupan poco espacio, las saunas infrarrojas esquina pueden ser la mejor solución cuando el espacio elegido no tiene una forma lineal, sino un ángulo. Otra diferencia entre el sauna infrarrojo y el clásico radica en la duración de la sesión: en el tradicional, caracterizado por altas temperaturas, los minutos de estadía deben ser pocos y alternarse con una ducha fría. En la sauna infrarrojos, la falta de humedad no genera esa sensación de asfixia que se avecina después de unos minutos, pero también puede detenerse allí durante 20/30 minutos.
Cuando se trata de hábitos antiguos como disfrutar de una sauna, se debe prestar especial atención a los materiales con los que está hecha. Las saunas infrarrojas, como las tradicionales, están hechas de madera natural, sin pintar y sin tratar, para que resista los cambios térmicos. Además, este material se utiliza ya que retiene el vapor de agua y ayuda a mantener seco el aire infrarrojo de la sauna: al absorber el calor sin sobrecalentarse, evita que nuestro cuerpo se queme cuando entra en contacto con él. No termina aquí porque la madera tiene buenas propiedades de radiación, que son esenciales para crear el clima de la sauna.
En cuanto a los tipos de madera, los más utilizados son el cedro, el abeto y la cicuta porque tienen un crecimiento más lento y, por lo tanto, son más resistentes y fuertes. El cedro se encuentra entre los mejores tipos de madera para saunas infrarrojas porque es antimicrobiano, antibacteriano y antifúngico, cualidades que serán útiles durante los años posteriores a la compra de nuestra sauna. El abeto también es un excelente tipo de madera para saunas porque es hipoalergénico, pero requiere más limpieza que la madera de cedro. Finalmente, además de estas esencias, a menudo siempre hay saunas infrarrojas esquina o rectangulares hechas con madera de Hemlock, una variedad canadiense de pino Douglas, que tiene una estructura molecular compacta con grano regular y una baja tasa de resina.
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