Ideas para combinar el sillón y el sofá

Si el sofá es uno de los muebles más importantes del salón, el sillón, siempre a su lado, no lo es menos. Sofá y sillón, juntos, son los verdaderos protagonistas de un espacio de vida cómodo y acogedor y consiguen conferir cierta sofisticación a esta parte fundamental del hogar.

Combinar sillón y sofá no es tan fácil como podría parecer: se pueden hacer elecciones más o menos excéntricas, otras más refinadas, otras más a la moda. Puede optar por considerar una combinación armoniosa de elementos tapizados, o proceder por contraste. He aquí algunas ideas de estilo para combinar el sillón y el sofá con gusto, para conseguir un ambiente único y a la moda.

Ideas para combinar sillón y sofá: estilos, colores y fundas

Pensar que sólo hay una forma «correcta» de combinar el sillón y el sofá es un error. La combinación de sillón y sofá puede seguir diferentes estilos, gustos y, por tanto, diferentes emparejamientos. Se puede, por ejemplo, decidir proceder por asociación o por contraste, tanto en el color y el estilo como en el tipo de tapicería.

Sillón y sofá a juego: ¿mismo estilo o diferente?

El estilo de un sillón no tiene que seguir necesariamente el estilo del sofá con el que se combina. Por lo tanto, se puede proceder de dos maneras diferentes.

• Se puede optar por un sillón y un sofá de estilo idéntico: aquí hay continuidad visual, no hay excesos, las proporciones se mantienen, y todo parece bien pensado y absolutamente armonioso. Lo que también resulta es la máxima compatibilidad en términos de elementos estructurales, materiales y tapicería.
• Se puede elegir una sillón estilísticamente opuesta al sofá: esta opción puede transformar una habitación anónima en un contexto original y de diseño único. Por ejemplo, la combinación de un sofá moderno con un sillón de líneas más clásicas (o viceversa), puede dar un toque único y personal al salón de casa.

Sillón y sofá a juego: ¿colores a juego o en contraste?

El color juega un papel fundamental en un proyecto de interiorismo. Para combinar el sillón y el sofá con un gusto determinado, puedes

• Optar por una opción monocromática: es la coordinación más tradicional, perfecta para todos los salones y capaz de satisfacer diferentes exigencias estilísticas. En este caso, el color no tiene que ser exactamente el mismo, sino que es posible elegir dos tonos diferentes pero de la misma tonalidad.
• Elige dos colores diferentes y contrastados, pero que combinen bien entre sí. Esta elección es muy original y sin duda tiene carácter.

Sillón y sofá a juego: ¿tapizado similar o diferente?

Los sillones y sofás pueden ser de los más diversos tejidos: desde el algodón hasta el lino, desde el terciopelo hasta la microfibra, desde el cuero hasta la polipiel, etc. La elección depende no sólo del estilo de la casa, sino también del gusto personal, las tendencias actuales y otros requisitos prácticos.

Así, tanto el sillón como el sofá pueden elegirse en el mismo material, por lo tanto con un tapizado similar, manteniendo el mismo color u optando por una elección más atrevida, de colores contrastados.

O es posible combinar sillón y sofá en materiales diferentes, pero que visualmente consiguen garantizar un impacto agradable.

La mejor combinación de sillón y sofá: 3 reglas principales a seguir

1 – Combinar no más de tres colores

Para combinar mejor el sillón y el sofá, aunque se quiera proceder por contraste o se quiera crear un ambiente vivo o excéntrico, siempre es conveniente no exagerar los colores. De hecho, es aconsejable no combinar más de tres colores diferentes (esta regla no sólo se aplica a los sofás y sillones, sino en general en el diseño de interiores). Hay que elegir un color principal, un color secundario y un tercer color de acento. El color principal debe representar el 60% del color de la habitación, el secundario el 30% y el de acento no más del 10%.

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2 – Elegir muebles proporcionados entre sí

Para combinar de la mejor manera posible el sillón y el sofá, es absolutamente necesario seleccionar muebles que sean proporcionados entre sí.

El tamaño del sillón debe evaluarse en relación con la longitud del sofá. Para un sofá de dos plazas, por ejemplo, un sillón pequeño, incluso bastante pequeño, es perfecto; un sofá de cuatro plazas, o incluso más, requiere un sillón bastante grande (o incluso dos). En salones muy amplios, pues, como en espacios abiertos, es bueno tener en cuenta que un sillón demasiado pequeño desaparecería entre los demás muebles.

3 – Flanqueo de clásicos de diferentes épocas

Si decide optar por muebles clásicos, para una combinación de sofá y sillón de buen gusto es necesario no optar por asientos de diferentes épocas: el efecto final podría ser realmente desagradable.

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