MUEBLES DE JARDIN

El primer mueble de jardín que se te ocurre es la mesa: para muchas personas, en verano, esta se transforma en la mesa principal del comedor, abandonando por un tiempo la de la cocina o el comedor. En realidad, las mesas de jardín no solo se utilizan para el almuerzo o el desayuno, sino también para jugar a las cartas o tomar una copa con un amigo. Se consideran indispensables, como un sofá en el salón, si tienes la suerte de tener una terraza o un jardín, siempre pensando en la compra de muebles elaborados con materiales pensados ​​para resistir los elementos atmosféricos. Como ocurre con las mesas modernas y de interior, obviamente una mesa de jardín también puede ser fija o extensible, con un número variable de asientos, en forma cuadrada, rectangular, circular u ovalada.

Al igual que con las sillas de cocina o comedor, las sillas de jardín también deben elegirse de acuerdo con sus necesidades de comodidad. Hay muchos tipos: sillas de jardín plegables, con reposabrazos, fijas y de diseño para dar un toque de encanto al aire libre. Ante la necesidad de albergar muebles de jardín durante la temporada de invierno, existen sillas de jardín plegables en unos sencillos pasos, capaces de ahorrar mucho espacio en el garaje o armario. Las sillas apilables son la misma filosofía, otro mueble de jardín muy útil y que ahorra espacio porque al ser apilables permite explotar el armario de forma vertical, evitando disponer las sillas al azar. En cuanto a las sillas fijas, podemos decir que estas últimas no son ni plegables ni apilables, pero ciertamente tampoco carecen de comodidad y diseño. Por último, una variante de las sillas de jardín son las con reposabrazos, más parecidas a los sillones y muy queridas porque permiten descansar los hombros y los brazos.

No solo el mar o la piscina, se pueden adquirir tumbonas para tomar el sol o para aumentar la comodidad en el jardín o en la terraza. Las camas de playa son muebles de exterior que ciertamente no se utilizan de la misma manera que las mesas, sillas o sillones de jardín, pero siguen siendo muy populares. Las hay de diferentes tipos, desde la plegable, útil para guardar en pequeños armarios, hasta la cama de playa con ruedas que se mueven fácilmente, simplemente levantando la parte delantera. También hay tumbonas con marquesina, útiles para resguardarse del sol abrasador o leer un buen libro, aquellas con respaldo reclinable o fijo, según las necesidades físicas de la persona.

Crear una sala de estar en el exterior permite aprovechar la terraza o el jardín con total comodidad durante el verano. Por ello, no pueden faltar sofás y sillones, muebles de jardín capaces de transformar la percepción de los espacios exteriores. Los sofás de exterior tienen mil formas y tamaños, al igual que los sofás de interior, pero fabricados con materiales que resisten los agentes atmosféricos. Lo mismo ocurre con los sillones, chaise longues y muebles de jardín iluminados. Estos últimos incluyen una amplia variedad de muebles de jardín, que incluyen jarrones, jardineras y varios asientos.

El mueble de jardín más querido, que nos remonta a nuestra infancia es sin duda la mecedora, de la que existen distintos tipos entre los que podemos elegir en función del espacio disponible. Hay mecedoras de dos, tres y cuatro plazas, cada uno de un tamaño diferente pero igual de cómodos que los demás. Efectivamente, hay mecedoras que se pueden transformar en cama, casi siempre disponibles solo con cuatro asientos, que aumentan la sensación de confort sin renunciar al agradable balanceo.

¿Qué sería de un jardín o una terraza sin macetas? Bueno, difícil de imaginar como espacios fascinantes y llenos de vida. Las macetas para exteriores pueden ser altas, capaces de ser útiles y decorativas, macetas bajas para exteriores que le permiten cultivar plantas de temporada o perennes, perfectas para embellecer porches, paredes, balcones y alféizares de ventanas y esquinas de salas de estar, cocinas, area de almuerzo. Finalmente, jardineras y floreros luminosos, los primeros muy utilizados en terrazas, a falta de jardín, mientras que los floreros luminosos, versátiles porque son fuentes de iluminación y hogar de plantas, además de amueblar elegantemente las habitaciones.